39th TCS Amsterdam Marathon
El Domingo 19 de Octubre se celebraba la 35 edición del TCS Amsterdam Marathon. Era mi cita señalada para intentar bajar de 3h25m y así conseguir la clasificación para Boston Marathon 2016. Después de un año realmente complicado por culpa de las lesiones y tras unos duros meses de entrenamiento con bastante carga de trabajo, para lo que estoy acostumbrado, llegaba a este Maratón en una buena forma física y con la ilusión de poder conseguir esa clasificación por mis propios medios y no a través de viaje organizado.
Lo había hecho todo según marcan los cánones del buen corredor. Carga de
trabajo, series, carreras de preparación,
tiradas largas... Todo bajo un calor terrible y una humedad inhumana,
factores que, en teoría, no iba a tener en Amsterdam. Incluso hasta tuve la
oportunidad de recorrer 12 de los 42K aprovechando un viaje de trabajo. Dos
semanas antes, tapering para no llegar muy cargado y..... justo la semana de la
carrera con los nervios a flor de piel, aparecen molestias en las rodillas.
Más en la derecha, pero en ambas. Nada grave, ni que me impidiese correr, pero
suficiente como para crear una incomoda incertidumbre que me iba acompañar
hasta la mismísima línea de salida.
Después de visitar el Salón Náutico de Barcelona el miércoles para saludar
a unos cuantos amigos y compañeros de trabajo,
entre ellos Alfonso fiel seguidor de mis aventuras 'runner' y Álvaro,
reciente 'finisher' con marca personal incluida en la Rock&Roll Lisbon
Marathon, me fui a la sesión de masaje con mi adorada Manuela, a la cual le
debo todas y cada una de mis hazañas porque sin sus masajes no correría ni medio kilómetro. Nunca me
cansaré de agradecerle lo bien que cuida mis piernas y los consejos sobre
alimentación y complementos nutritivos para que mis articulaciones y músculos no sufran más de lo necesario.
Con todo esto y un manojo de nervios, el jueves iniciaba el viaje a la
conquista de la preciosa ciudad de Ámsterdam. El viaje muy tranquilo con
Lufthansa y con escala en el Franz Josef Strauss de Munich, donde curiosamente ahora vive mi hermana.
Como siempre que las nubes lo permiten, espectacular paisaje al atravesar los
Alpes. Tras un corto vuelo de Munich a Amsterdam aterrizo en Schipol y me voy a
buscar el tren que me acerque a la ciudad que es la forma más económica de llegar al
centro. Hay varias opciones de billetes dependiendo de
los días que se vaya a estar. Lo más recomendable es comprar un billete de tren hasta la estación de Zuid por €3.60 y ahí coger en la oficina de turismo una billete para 24, 48,
72 horas, según cuanto sea estar. Estos billetes tienen viajes ilimitados en
tranvía y metro. También hay la opción de la OV-chipkaart que se recarga según se
agota el saldo, aunque pienso que para una visita corta son mejores las
tarjetas por hora. Muy importante validar al entrar y salir del medio de
transporte que utilices. En caso contrario la tarjeta quedaría invalidada.
Hotel Okura |
Esta vez tiré la casa, el coche, la tele y demás por la ventana y me fui a un hotel bastante mejor de lo que suelo frecuentar, pero que estaba perfectamente localizado a 20 minutos caminando del Estadio Olímpico, a otros 20m de la Plaza Damm y a un par de kilómetros de los Km 25 y 30, lo cual no está de más en caso de que surjan complicaciones. Para mí es fundamental, siempre que sea posible, buscar un hotel en un radio máximo de 2 kilómetros de la zona de salida y meta para no estar preocupado por el transporte público antes de la carrera y sobre todo para no tener que desplazarme muy lejos después de la carrera.
Una vez en el hotel, ducha y paseo hasta las 1900 que había quedado para
cenar con un amigo que iba a ser mi apoyo logístico en la carrera. Así que le
explico dónde me tiene que esperar para darme los geles y organizamos un poco
el tema. Esta es una de las partes mas divertidas de mis maratones. La
organización previa con amigos y, por supuesto las cañas posteriores.
El viernes tocaba visita a la Feria del corredor dónde recogeria el dorsal
y aprovecharía para comprar una edición especial de las Mizuno Wave Ryder 18
que me acompañarán desde ahora hasta mi próxima aventura en el Volkswagen Prague Marathon en Mayo del
2015. De camino a la Expo ya pude explorar en primera persona parte del
circuito, concretamente el tramo
comprendido entre el km 5 y el 10, porque ahí el circuito hace una especie de
lazo y es de ida y vuelta.
Entrada Estadio Olímpico |
Al llegar al estadio ya se respiraba ambiente runner. Como todavía faltaban
dos días los operarios estaban todavía engalanando los alrededores con
banderas, vallas, aseos portátiles, etc. La Expo se celebraba en un
pabellón cercano al Estadio Olímpico. Sin ser muy grande estaba bien organizada y no tuve
problema para recoger el dorsal y dar un paseo por los stands. Siempre
recomiendo ir el viernes si se puede, porque normalmente el mogollón
de gente se junta el sábado. Y además así el día previo lo puedes dedicar a pasear un
poco y , sobre todo, descansar.
Por la tarde quedé de nuevo con Ronald para tomar un par de cervezas y terminar de nuevo cenando con su mujer, esta vez en un restaurante vietnamita en el centro de Amsterdam. Muy rico todo y ambientazo tremendo ya que ese fin de semana se celebraba el ADE (Amsterdam Dance Event) com mas de 500 DJ de todo el mundo pinchando en mas de 80 locales diferentes. Estaba la 'cream de la cream... Armin van Buuren, Hardwell, Afrojack... Lástima no haber podido disfrutar de ninguno de ellos pero yo venía aquí a hablar de mi libro, como diría Francisco Umbral.
El sábado aproveche la mañana para dar un paseo y desayunar un par de bagels con crema de queso que me vuelven loco y después coger un tranvía que me dejaría en la Estación Central y donde pare a comer un poco de pasta en un pequeño pero muy coqueto, restaurante italiano. Una vez realizada la carga de hidratos, y de contagiarme un poco del ambiente otoñal de la ciudad, vuelta al hotel para tomar un 'relaxing baño sin cafe ni leche' y quedarme ya en la habitación descansando y disfrutando con los mensajes que todos mis amigos me ibais enviando vía Facebook y Wassap, gracias a los cuales, lo que podría haber sido una tensa espera, terminó convirtiéndose en una amena tarde rodeado de amigos aunque fuese en la distancia. A las 2000 bajé a cenar a un japonés cercano para cumplir con todos mis rituales previos a la carrera. Me sienta bien el Sushi, Sashimi y demás la noche previa así que para que cambiar nada?
Y con esto llegamos al día D. El día D correr, D sufrir y sobre todo D DISFRUTAR. Porque si no eres capaz de disfrutar en este tipo de aventuras, entonces debes dedicarte a otra cosa. Todo el esfuerzo de los meses previos los duros entrenamientos, las series, tiradas largas.... Nada tendría sentido si el día de la carrera no lo disfrutas como si tuvieses 5 años y te llevasen a Disneyland.
Después de descansar realmente bien, durmiendo prácticamente 8 horas, a las 0600 suena el despertador. Me levanto con tranquilidad, ducha, desayuno un par de magdalenas, un plátano y tomo un té. Aprovecho para estirar en la habitación y sobre las 0745 salgo del hotel. La carrera empezaba a las 0930, así que iba con tiempo suficiente para dejar la bolsa en el guardaropa. No me gusta estar pendiente de recoger la ropa al terminar, pero en estas carreras suele estar muy bien organizado y además llegas muy mojado del sudor y de toda el agua que te vas echando por encima durante la carrera y de la que puede caer...
De camino al estadio, termino la botella de agua que había empezado en el
hotel y tomo una galleta de Powerbar rica en hidratos. Toda ayuda va a ser
poca... Según me iba acercando, aumentaba la cantidad de corredores que se
dirigían a enfrentarse al Monstruo y, una vez alcanzada la zona del Estadio, el
ambiente ya era el de los grandes eventos. Banderas de todos los países
adornaban el paseo que conducía al estadio, justo al lado del
famoso logo 'I Amsterdam' mientras la marabunta de corredores se movía en
todas direcciones. Unos a los aseos,
otros ya para dentro del Estadio, otros al ropero.... Y ahí es a dónde iba yo.
Me empiezo a despojar de ropa dejando visible la Celeste, cuando de repente
escucho a alguien detrás diciendo 'Aúpa Celta'. Me giro y me encuentro a un
chaval que me cuenta que era su primera Maratón que ha hecho triatlones y
montaña pero ningún Maratón. Borja, de Bilbao. Me acompaña hasta el guardarropa y nos vamos
juntos al Estadio. Increíble la sensación al entrar por debajo del pebetero y
pisar, primero el tartán y luego el césped donde estaba montado todo el
dispositivo de entrada a los cajones, el pódium y una pantalla de video
gigante. Estaba en el interior del estadio donde dicen se celebraron los
últimos JJOO puros en 1928, ya que después las Olimpiadas se convirtieron en
arma política en Los Ángeles y Berlín, para pasar en la actualidad a ser un
evento en el que se mezcla el deporte y el marketing comercial.
Todo preparado para la carera |
Después de estirar un poquito más,
nos vamos al cajón aunque todavía faltaba un poco más de media hora.
Allí estábamos hablando cuando se acerca un chico alto y espigado y se presenta
como Oscar de Zaragoza. Ya teníamos la tertulia montada cuando se acerca otro
más, Alexis de Alicante que nos dice que esto ya parece 'Españoles por el Mundo' jajjajajaja. Bueno, estos dos no eran españoles, mas bien extraterrestres. Oscar iba a por
2.45 después de un viaje a Nepal del que había llegado directamente el día
anterior para correr el Maratón. Dijo que como ya estaba apuntado, pues nada, a
correr. Y cuando todavía ni Borja estábamos calculando la velocidad a la que tendría que ir, va
Alexis y nos cuenta que el intentara hacer 2.40!!! Casi pido una botella de
oxigeno mientras le decía a Borja que en donde nos habíamos metido. En realidad
estábamos precisamente en ese cajón donde la gente corre por debajo de 4
minutos el kilometro, cosa que yo no hago ni en las carreras de 10K. Pero me
había puesto ahí para salir lo más limpio posible ya que al salir desde dentro
de un estadio se podían producir embotellamientos. Y vaya si se produjeron...
Recuperados del susto de escuchar esos tiempos (por cierto, Oscar no lo consiguió, se quedó en 3.07.30, pero Alexis lo clavó 2.40.49), escuchamos otra voz
española a nuestra izquierda. Esta vez con acento parecido al mío. Iván de A
Coruña compañero de entreno de, nada mas y nada menos que Alessandra Aguilar, la que fuera nuestra representante en los Juegos Olímpicos de Beijing del 2008. Pues por si no fuésemos pocos, se une a la fiesta un ruso , Alexei (3.51.21),
que vivió tres años en Barcelona y que hablaba perfectamente español. Vamos que solo nos faltaba una tortilla y una
guitarra...
Pues con este panorama llega la hora de la verdad. Anuncian el último
minuto, nos deseamos suerte todos y preparamos nuestros cronos. A las 0930 un
disparo anuncia la salida y empezamos a correr por el tartán. Creo que si mi
estomago se hubiese hecho un poco más pequeño acabaría desapareciendo y el nudo
que llevaba en la garganta no lo deshacía ni la mejor costurera de Camariñas.
Son esos momentos que no olvidas en la vida.
La salida del Estadio fue bastante limpia, pero a los doscientos metros se
formó un bloqueo importante que nos obligó casi a parar del todo. Y justo al
salir del bloqueo veo un pañuelo conocido... Era Charly, un chico de
Corredors.cat que entrena en Castelldefels y con el que coincido en muchas
carreras. No pude saludarle porque ya se había puesto a ritmo y éste es de los
que bajan de 3 horas. Así que poco a poco voy encontrando mi ritmo de carrera
entre tanto corredor y cuando giramos a la derecha para entrar en Voldenpark ya
iba con mi velocidad crucero y sin problemas de apelotonamientos. Habían pasado
ya dos kilómetros y nos dirigíamos al Rijksmuseum uno de los puntos emblemáticos
de este Maratón ya que cruzamos por su túnel interior. Antes, en la recta
previa, escucho a algunos españoles gritar 'Vamos Celta'. No os imagináis el subidón
que me da siempre que lo escucho.
Entrada al túnel del Rijksmuseum |
Pasado el Rijks, hacemos un zig-zag, izquierda-derecha-izquierda para enfilar la calle que
nos deja en el kilometro 5 y que nos lleva de vuelta a la zona del Estadio.
Paso el km 5 un poco más rápido de lo previsto, pero muy cómodo. Empieza a
haber una cierta variación entre el reloj y los relojes oficiales que, por
cierto, estaban colocados cada 5K lo cual es fantástico para saber realmente
como vas, ya nunca te puedes fiar exactamente del reloj porque seguro que va a haber
diferencias y en Maratón esas diferencias se pueden traducir en muchos minutos al final. Si te fías del reloj tienes que ir 4 o 5 segundos mas rápido
del ritmo objetivo y lo digo por experiencia. En todos los maratones la
desviación puede llegar a los 600 metros y eso es mucho.
No me busquéis que en esta no estoy :) Este es el giro para ir en contra-dirección camino al Km 10 |
Llegamos al Estadio Olímpico de nuevo y giramos para ir en dirección
contraria a la que habíamos venido y así dirigirnos al kilómetro 10 y acercarnos
a la zona del río Amstel por la que discurren los 11 kilómetros que van del 14 al 25.
Ese kilómetro 10 lo paso en 48.05, 25 segundos por debajo de mi tiempo objetivo que era
de 48.30 en ese punto. Ahí me esperaba Ronald con su bici. Me acompaña hasta el
14 porque no se podía meter por la zona del río. Le comento que voy bastante
bien, al ritmo previsto y sin molestias.
Paso por el río Amstel - Km 18 |
En el río nos separamos y me dice que ya me busca mas adelante. Un poco
después me cruzo con los africanos que podíamos ver al otro lado del río. Iban por el km 23 mas o menos. Al contrario
de lo que pensaba, el ambiente en la zona del río era muy bueno y poco después
de pasar el km 15 de nuevo escucho una voz por detrás que me dice 'Ese Celtiña'
Esta vez era Pablo un vigués con una camiseta que llevaba impresa una centolla de algún club de atletismo vigués. Hablamos un poco, pero el iba a por 3.15, así
que le digo que tire, que yo juego otra liga. Justo ahí, o quizás ya un poco
antes, aparece un invitado sorpresa que esperaba se quedase en casa, pero que
no se quiso perder la fiesta. El Dios Eolo. Lo que hasta el momento había sido
un ritmo cómodo empezó a ser algo forzado. Se escuchaba el ruido de los
dorsales al agitarse con el viento, así que no era precisamente una suave
brisa. Así hasta el km 20 donde atravesábamos un puente para
situarnos al otro lado del río y disfrutar del viento, esta vez a favor. Pero
el daño ya estaba hecho, porque habían sido 6K con viento en contra y el esfuerzo
para mantener el ritmo podía pasar factura más adelante.
Paso el Medio Maratón en 1.41.53 medio minuto menos de lo previsto y, un
poco mas adelante después de escuchar el ‘Proud Mary’ de la Creedence sonando
a todo volumen en un barco de la organización, me vuelvo a encontrar con Ronald
que, pacientemente, ya me acompañaría hasta el final. Y digo pacientemente
porque las cosas se iban a poner feas. A pesar de pasar el km 25 muy bien de
tiempo, al entrar en un polígono que nos iba a dejar en el km 30, una cuesta
con el viento en contra hizo que empezase a notar que mis piernas ya no iban tan finas. Más adelante un puente justo antes del km 32 terminó de rematarme. Justo ahí me adelanta
un corredor y me pregunta que si había corrido en Valencia, que me había visto allí
con la camiseta de Mostovoi. Pues efectivamente, ese era yo y él, el tercer
gallego que me encontraba hoy, y además del club de atletismo de Melide. Pero no sería el último, porque un compañero suyo
me pasaría un poco mas adelante ya entrando en Voldenpark. Ni siquiera sería
capaz de ir unos metros con él. El viento seguía soplando cada vez mas fuerte e
incluso empezaban a caer unas gotas de lluvia. La elegancia en la zancada que
llevaba hasta ese momento se transformo en un torpe trote ya tirando mas de
pundonor que otra cosa. Al paso por el km 35 ya me encontraba a 1'35" de mi objetivo, y era plenamente consciente de que no iba a ser capaz de recortar esa diferencia. Sólo me quedaba intentar mantener el ritmo que llevaba hasta el final para lograr bajar de 3.30 o incluso para hacer mi mejor marca personal.
Sufriendo en el km 37 |
Pero por si lo del viento no fuese suficiente, en el kilómetro 36 la Organización nos 'regala' un túnel
unido a un puente con una pendiente mas digna de una etapa pirenaica del Tour
que de un Maratón, y encima bastante larga. The Walking Dead. Yo lo conseguí
subir sin caminar, pero esa fue mi puntilla y la de tantos otros. A partir de ahí más que correr,
deambulaba por el circuito, con un tremendo dolor que me recorría toda la
espalda cada vez que cogía aire y con las plantas de los pies que me ardían. Para colmo, justo pasando de
nuevo por el Rijks, se pone a llover a cántaros y con el viento en contra. Aquello ya parecía
la Spartan Race, más que un Maratón. El paso por Voldenpark a menos de 3K para
la meta se hizo eterno. Evidentemente Boston se había esfumado hacía tiempo,
pero es que no tenia fuerzas ni para intentar bajar de las 3.30 o incluso hacer
mi marca personal. Aún así intenté sacar fuerzas de dónde no las tenía para
hacer un último km decente y entrar de forma honrosa en el Estadio Olímpico
para terminar mi 11º Maratón en 3.30.52, mi segunda mejor marca.
Km 40 |
Enfilando recta de meta |
La sensación al cruzar la línea de meta era agridulce. Por una parte, había terminado de nuevo un Maratón con mi segunda mejor marca, pero por otra parte, no había podido conseguir el objetivo que me había planteado de 3.24.59 y para el que tanto había entrenado. Así que, después de recoger la medalla y reunirme de nuevo con Ronald, de camino al hotel ya estaba pensando en mejorar los entrenamientos de cara al siguiente Maratón en Praga.
Al que sí tengo que nombrar, porque sería muy injusto no hacerlo es a Ronald. No sólo él y su mujer Carol cuidaron estupendamente de mi durante los días previos, sino que él se pegó un buen madrugón, después de asistir a uno de los shows del ADE, para coger su bici y seguirme durante gran parte del recorrido, dándome ánimos y haciéndome fotos. Fue realmente un gran apoyo en la carrera. Thanks buddy!! You rock man!!
Conquistando una nueva medalla |
Me gustaría también hacer mención especial a la Organización de la carrera. Todo era muy sencillo, estaba muy bien indicado y la gente muy amable. Había relojes en los km 1, 2, 5 y a partir de ahí cada 5 kilómetros, y os aseguro que son realmente importantes y que cualquier Gold Race debería estar obligada a tenerlos, porque son los únicos que te van a dar la referencia real del tiempo de carrera, ya que nunca te puedes fiar al 100% de los parciales de los GPS. La animación musical también estuvo bastante bien y lo único que noté era que, a pesar de que había bastante ambiente, la gente no se volvía especialmente loca animando. Como único punto negativo, la escasez de avituallamientos. Normalmente tienes uno cada 2.5 km a partir del km 5, alternando bebidas energéticas y aguas y esponjas. Aquí sólo los había cada 5 o 6 km y a veces se hacía largo el tramo entre uno y otro.
Estadísticas de la carrera en GARMIN CONNECT y todas las fotos en GOOGLE
11ª Maratón terminada, 6ª Gold Race y 5ª Ciudad Olímpica. Próxima parada: Helsinki
NO RETREAT NO SURRENDER
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