▷▷ Media Maraton Aviles 【 2022 】
✨✨ MEDIA MARATÓN AVILÉS 【 2022 】
El Domingo 13 de Marzo se celebraba en Avilés la 32 Edición de su Media Maratón. Iba a ser mi primera Media 100% asfalto en 3 años después de no haber podido ir a la de Barcelona el año pasado ni a la de Coruña este año, ambas por lesión.
Llegaba con menos kilómetros de los deseados por culpa de una inoportuna lesión en el poplíteo, músculo de forma triangular localizado en la parte posterior de la rodilla y por detrás del gemelo. Nunca en la vida me había pasado, ni siquiera sabía que ese músculo existía. Afortunadamente cuando sentí el pinchazo paré inmediatamente y sólo me tuvo parado un par de semanas. Suficientes para perder el buen ritmo que llevaba.
Aún así, la semana anterior a la Media había corrido los 10K de Salinas en 48’36”, lo que indicaba que de ritmo no iba mal y, sobre todo, que la lesión estaba superada.
Así con este panorama, me presentaba a la Media. La idea inicial era, primero bajar de las 2 horas y, si las piernas aguantaban, intentar bajar de 1h50m.
La Organización de la Media no debió de ser fácil porque sólo un mes antes, el número de inscripciones era tan bajo que se plantearon la posibilidad de cancelarla. Hubiese sido una pena. Al final, aunque no éramos muchos, unos 300 en la Media y unos 150 en el 5K que se celebraba a vez, la prueba salió adelante.
La comunicación pre-carrera fue muy fluida en redes sociales, sobre todo en Facebook en Instagram, animando a apuntarnos y dando información sobre circuito, camiseta, etc.. En ese sentido, muy bien. Algo que tienen que mejorar, y seguro que lo harán, los compañeros de los 10K de Salinas.
En cuanto al circuito, aunque ya lo iré desgranando más adelante, se veía complicado, con un perfil de sierra los primeros 9K, para luego pasar a ser plano con eternas rectas durante 10K y volver a endurecerse en los 2 últimos kilómetros. Había que correr con la cabeza fría y no dejarse llevar por la emoción los primeros kilómetros.
El día de la carrera se presentaba realmente bueno, con unos 10 grados y despejado. Ideal para correr. Recogida de dorsal en el hall del pabellón de deportes adjunto a la pista de atletismo Yago Lamela, desde dónde se daría el pistoletazo de salida. La llegada sería unos metros más abajo en la explanada contigua al campo de fútbol.
Una vez inspeccionadas zona de salida y meta, sigo con mi ritual habitual que es tomar un café, visitar a Roca, estirar y calentar un poquito antes de ir a la zona de salida.
El ambiente era muy bueno y, comparado con otras medias que he corrido, sobre todo en Cataluña, podíamos decir que estábamos en familia. Hasta me encontré con unos compañeros de mi amigo Vitín del Club de Atletismo Lorenzana
Salimos y tras un giro a la izquerda y una bajada de fuerte pendiente, nos dirigimos a encarar el primer kilómetro con una larga cuesta preludio de lo que nos iba a esperar.
Al llegar arriba, giro de 180º en una rotonda y vuelta hacia el centro de la ciudad. Bajada, de nuevo subida, llaneamos, subimos otra vez. Como vas fresco la verdad es que esas primeras cuestas no las notas mucho inicialmente, pero a la larga acaban pasando factura.
Intentaba ir a un ritmo controlado, sobre los 5’10” aunque en algún km iba algo más rápido. El objetivo era hacer un ritmo medio de 5’11”.
En el km 3.5 nos dejaron los de los 5K que giraban a la derecha para dirigirse a meta. A partir de ahí, la carrera parecía una travesía del desierto. Muy, pero que muy estirados. Tanto que, salvo cuando nos cruzábamos en algúna ida y vuelta, el resto del tiempo iba prácticamente corriendo solo, incluso en algunos giros, perdiendo a los que iban delante y sin notar a nadie cerca por detrás.
El km 5 lo paso en 26'13” un poquito por encima del ritmo marcado. De momento iba bien. Según el perfil aún quedaban otros 4 con toboganes y sobre todo el km 6 que iba por una Nacional abierta al tráfico y que picaba bastante. Por cierto, el avituallamiento no lo dieron en vasos de plástico. Vamos a ver. Todo avituallamiento se agradece, pero lo agradeceríamos más en vasos de cartón o, en su defecto, botellas. Con los vasos de plástico, salvo que te pares, es imposible beber bien, por no decir que contaminan bastante más que los de cartón.
Los siguientes 3 kilómetros los hicimos por un barrio de la periferia antes de afrontar la última subida en el km 9 para atravesar la Ría de Avilés y meternos en un polígono. Toda esa zona con cero ambiente, salvo los voluntarios y policía local que nos animaron en todo momento.
En el polígono estaba el avituallamiento del km 10, esta vez con botellas, que paso en 52'05”. Teniendo en cuenta que la idea era hacer 26' cada parcial de 5K, pues iba clavado. Estos 3 kilómetros, entre el 9 y el 12, fueron realmente tediosos con tres rectas que hicimos de ida y vuelta. Aproveché para poner ritmo de crucero e incluso adelantar a un par de corredores.
Al final de la tercera recta, una pequeña pero matona subida, para cruzar de nuevo la Ría y dirigirnos al Centro Cultural Niemeyer. Estábamos en el km 14 y ya la carrera empezaba a pesar en mis piernas.
Los siguientes kilómetros discurrían por la ribera del río. La verdad es que es una zona preciosa para pasear y entrenar. Ibamos primero en sentido Este (hacia Gijón), para luego cruzar un pequeño puente y ya enfilar una eterna recta de 3 kilómetros que transcurría por la zona del río y por todo el puerto deportivo para, pasado el km 18, girar a la izquierda y regresar ya a la zona de meta.
Ahí ya las fuerzas empezaban a flaquear un poco, pero todavía iba a ritmo de terminar muy cerca de 1h50m que tenía en mente, marcando un tiempo de 1h18m45s en el km 15, sólo 48" por encima del tiempo previsto. Con lo que no contaba era con la encerrona (palabras de otro corredor que me acompañó en el sufrimiento final) de los dos últimos kilómetros.
El km 19 era el que nos llevaba del puerto al centro del pueblo. Primero una subida con una pendiente considerable. Debían de ser unos 300 metros, pero muy duros y más a esa altura de la carrera. Y luego, tras una bajada destroza-cuadriceps, de nuevo otra subida de órdago, empinada al principio y algo más suave después, pero bastante larga.
Por si fuerta poco, cuando veíamos prácticamente la meta, todavía nos hacían dar un rodeo de medio kilómetro con otra subida más. Ahí si que ya se me fueron todas las esperanzas de bajar de 1h50m. Aún así, firmé un buen tiempo con 1h52m38s lejos de mis marcas pre-reto del 2019, pero bastante mejor que las dos últimas medias que corrí en Pola de Siero en el 2020 y la de Ribadeo-As Catedrais del año pasado.
Tras cruzar la meta, platanos, manzana y agua. Me imagino que por la escasa participación, el presupuesto no daba para medalla. Bastante esfuerzo han puesto para que se pudiese celebrar la carrera. Y yo desde aquí se lo quiero agradecer.
Y ya puestos con la organización, sólo un pequeño apunte final. El avituallamiento siempre lo vamos a agradecer, pero si es en vaso, por favor, que sea de cartón. Mas ecológico y, desde luego, bastante más fácil para poder beber. Porque beber en carrera sin parar y por un vaso de plástico es casi misión imposible.
Dicho esto, me la apunto para mi circuito de carreras de los próximos años. Tengo que ir cambiando la Mitja Colomenca, Sitges, Meditarrani y demás por las de mi zona.
A partir de aquí ya sólo queda seguir entrenando, e intentar mejorar en las dos próximas Medias, la de León y la Vig-Bay, con la ilusión de romper esa barrera de 110 minutos y llegar fuerte el 8 de Mayo a Praga
Esta vez no pudo venir mi amor, así que voy muy escaso de fotos, a pesar de que me hicieron muchas durante el recorrido. Las he buscado pero no hay manera. NO encuentro nada. Como echo de menos al gran JJVico y David de Blog Maldito que me nutrían de reportaje gráfico en casi todas las carreras.
Las estadísticas completas, como siempre, en GARMIN CONNECT y no os olvidéis de visitar mis redes sociales para ver los videos. Sobre todo, suscribiros a mi canal Youtube @kavarkes para ver si poco a poco lo vamos haciendo referencia para los que viajáis por el mundo corriendo.
NO RETREAT NO SURRENDER
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